De amores reales y otras felicidades.

En un reino muy lejano y muy cercano a la vez, había una princesa. Esta princesa era alguien especial, ya que no era la princesa típica de todo reino. Ella no era buena persona, el resto de los habitantes del reino hablaba mal de esa mujercita, que siempre andaba triste, con los ojos llenos de soledades y angustias encima. También contaban que ella se distraía con cosas malas, se intoxicaba el alma con porquerías y le daba amor pasajero e histérico al primer caballero apuesto.

Una vez, apareció un noble caballero que la conoció así, desfachatada, triste y loca. Conversaron bastante tiempo, se conocieron un poco, pero la princesa lo dejo ir. Tontamente, claro. Sus decisiones estaban cargadas de cosas que ni ella entendía  Pretendía ser feliz con alguien mas toxico y vil que ella. Ese caballero partió  se fue lejos y ella, tiempo después, quedo sola. Completamente sola.

Sus fantasmas, sus tristezas eran grandes. Y volvió a volcarse a eso que la destruía mas… Y creyó que eso estaba bien.

Una noche, recordó a ese noble mortal que apareció fugazmente y se fue por acción de sus malas decisiones. Y decidió volver a el, sin que nada le importara. 

El viaje hacia ese caballero precioso y elegante fue difícil; la corona le pesaba y le acalambraba el alma. Pero ella siguió.

Lo encontró  le hablo y sin decirlo, le pidió que este con ella el resto de su vida. Las charlas con el eran frecuentes, pero una tarde decidieron echarse a la suerte y probar que seria de sus vidas si la unieran para siempre.

Esa tarde, mientras la princesa caminaba a el, se quito la coronita que pesaba mil kilos para dejar de cargar con la necesidad de perfección para el resto y ser una mas. Esa tarde, dejo de ser princesa para ser una mujer normal. Desde ese día no se supo mas de ella.

Según cuentan algunos, ese caballero todavía la acompaña. Y dicen, que sera así siempre. Ella no deja de sonreír ni un minuto. Se alimentan de besos y frases bellas. Hace dos meses que la princesa dejó el reino para no volver mas. Y a los habitantes de su reino nos encanta que sea así  porque no hay nada mas lindo que dejar todo por amor.